Los
peligros de un avance descontrolado de la Frontera Agrícola
Avance de la Frontera
Agropecuaria vs. Equilibrio Ambiental
La demanda, cada
vez mayor de productos alimenticios genera grandes presiones en los lotes
boscosos del estado Bolívar; una situación que despierta gran preocupación ante
la expansión de la frontera agrícola en la entidad.
El
necesario equilibrio entre las zonas de producción agrícola y pecuaria, y los
bosques primarios y/o secundarios es de vital importancia para la naturaleza y
los servicios ambientales que ellos nos prestan.
Si
bien, el Agro nos da alimentos, los bosques nos brindan productos, también esenciales
para la vida.
“La
sociedad humana obtiene muchos bienes esenciales de los ecosistemas naturales,
desde los más elementales como la purificación del aire y del agua, la
generación y preservación de los suelos y renovación de su fertilidad, hasta la
polinización de los cultivos y la dispersión de semillas, entre tantos otros
beneficios que, sin embargo están ampliamente subestimados por la sociedad”,
señaló Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de
Venezuela (CIEV).
Ejemplo de Corredores entre zonas de cultivo |
A su
entender, han sido muchas las alteraciones iniciadas por el ser humano a los
ecosistemas y en Venezuela y Bolívar, muchas de estas intervenciones son difíciles o casi imposibles de revertir en
cualquier escala de tiempo relevante para la sociedad.
“Las
deforestaciones masivas que se han realizado en los municipios Sucre, Piar,
Pedro Chien y Gran Sabana; así como los embates de la minería ilegal que ha
desertificado grandes zonas de toda Guayana, son un ejemplo claro de la perdida
de ecosistemas, los cuales ya están llevando a las comunidades locales a sufrir
de múltiples patologías asociadas a estas prácticas no sustentables (…) si
adicionalmente y considerando que en todo el planeta, aproximadamente el 80% de
la población humana depende de la medicina tradicional, y el 85% de la cual
involucra el uso de extractos de plantas; nos estamos autocondenando”, estimó
el ecologista.
En
este sentido, aseveró que hay que comenzar por reconocer la acelerada pérdida
de biodiversidad debido principalmente al cambio de uso de suelo, pues la
deforestación y fragmentación de ecosistemas es actualmente la principal causa
de la pérdida de biodiversidad, “y bajo esta premisa, se debe inventariar las
zonas afectadas y las zonas ambientalmente estables, a fin de generar políticas
públicas para garantizar que dichos espacios puedan mantenerse a salvo”.
La
producción de alimentos es una necesidad para la sociedad, pero los estudios
para la diversificación de los monocultivos que tienden a desgastar los suelos,
se hace necesario para garantizar la misma productividad de alimentos a lo
largo del tiempo, “y de ésta forma, reducir la presión sobre los lotes boscosos
primarios y/o secundarios”, agregó el ecologista.
“En
muchos países es reconocido el uso de los recursos naturales y en específico la
biodiversidad como un eje de desarrollo, lo que da como resultado el crear
líneas específicas de aprovechamiento sustentable de estos recursos. Por lo que
se han creado diversos programas de desarrollo y de diversificación productiva
en el ámbito de la política ambiental nacional”, indicó Lanz.
Por
tal motivo solicitó al Ejecutivo regional, Ministerio del Poder Popular para la
Agricultura y Tierras, y demás organizaciones gubernamentales que aperturen una
mesa de estudio de la situación ambiental en el estado Bolívar ante el creciente
y preocupante deterioro ambiental. “Y así generar concienciadamente los
esquemas que permitan estimar y asignar valores objetivos a los bienes y
servicios que los ecosistemas nos prestan, pues sólo de esta forma las acciones
de conservación y restauración de la naturaleza surtirán el efecto deseado”.
Asimismo,
debe generarse la eficaz y oportuna asesoría a productores en función a la
rotación de cultivos para minimizar el desgaste de los suelos con monocultivos.
“Para
garantizar la producción actual como la futura, es necesario alcanzar un
equilibrio ambiental entre las zonas destinadas a la agricultura y pastoreo, y
las destinadas a la generación de servicios ambientales, es decir, lotes
boscosos que se deben preservar sin alteración (…) Este equilibrio sumará para
alcanzar una buena calidad de los suelos, lo que redundará en una mejor cosecha
y a su vez, se mantendrán estables corredores biológicos, imprescindibles para
una mejor calidad ambiental en las zonas productivas del estado Bolívar”,
destacó Lanz.
Por
consiguiente, el titular del CIEV manifiesta que la valoración de los Servicios
Ambientales, “se nos presenta como opción viable para apoyar la conservación y
el desarrollo sustentable (…) es de gran importancia promover áreas de bosque y
sabanas en buen estado considerando principalmente aquellos bosques localizados
en las partes altas de las montañas, ya que estos nos benefician de forma
intangible para la obtención de fuentes de agua, diversidad biológica, belleza
paisajística y recreacional, regulación de clima, producción de oxígeno y
captura de carbono, entre otras bondades”.
Estos
recursos no tienen un valor mercantilista perse, pero a su vez, la vida en el
planeta no podría existir sin ellos, “por lo que desarrollar un plan
ambientalmente sustentable para el Agro, es prioritario en materia de políticas
públicas”, aseguró finalmente Alejandro Lanz.
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