Alerta Alejandro Lanz,
del CIEV
Epidemia de SIDA está matando indígenas en Guayana
(Prensa Ciev) Indígenas de pueblos originarios
están padeciendo de una rápida propagación del virus VIH en el estado Bolívar,
específicamente los waraos asentados en el sector Cambalache (basurero de
Ciudad Guayana) y comunidades de Yek´wana del río Caura (municipio Sucre).
Así lo indicó Alejandro
Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela; quien
recibió la visita de parabiólogos y enfermeros del Alto Caura, alertando sobre
la situación.
“Según me informaron, ya
ha habido varios fallecidos de las comunidades Yek´wana y Sanema, y se teme que
el número de contagiados sea aún más grande porque el origen de la incursión
del VIH en las comunidades sigue estando presente y creciendo: La Minería
ilegal”, señaló el titular del CIEV.
En el caso de la cuenca
de El Caura, se estima en tres mil, el número de mineros ilegales que están
trabajando en la parte alta de la cuenca, contando con al menos diez
corruptelas instaladas (establecimientos de prostitución, venta de alcohol y
drogas).
“El Sida en las
comunidades indígenas es muy grave, sobretodo porque ellos no están conscientes
de la gravedad de esta enfermedad (…) en la mayoría de los casos, piensan que los
fallecidos han muerto por una diarrea crónica, altas fiebres con mareos y
debilidad general”, alerta el ecologista.
Mientras, nos han
llegado informes sobre las comunidades warao del basurero de Cambalache en
Puerto Ordaz, donde la situación no es menos alentadora.
“Los waraos no llaman al VIH-sida por su nombre sino por los
síntomas que experimentan, y solo advierten la fulminante presencia de la
enfermedad cuando el cuerpo comienza a descomponerse”.
La mayoría de los infectados llegan al hospital ya
en la última etapa del sida, donde uno de los síntomas es una diarrea que no se
detiene.
Según investigaciones de médicos rurales en el
Delta del Orinoco, Cambalache es el lugar de origen del SIDA que ha contagiado
a muchas comunidades de Delta Amacuro.
“Buena parte de los warao que van a Cambalache
regresan con VIH. Es el caso de una joven que estaba hospitalizada. Ahora tiene
un hijo de seis meses, también infectado, y su esposo se quedó viviendo en
Bolívar: (…) Viene, se busca otra mujer y la infecta”, dice la religiosa Ilvia
Rosa, quien pertenece a la congregación Terciarias Capuchinas, presente en la
comunidad de Guayo en Delta Amacuro desde 1951.
En este vertedero de basura la prostitución y el
tráfico de drogas son frecuentes. De hecho, se reportó en el Estudio: HIV-1
Epidemic in warao amerindians from Venezuela: spatial phylodynamics and
epidemiological patters (2013), que 53% de los individuos VIH positivo en
Delta Amacuro habían visitado esta comunidad. Se especula que las idas y
venidas entre Cambalache sean la causa de la generalizada propagación del virus
entre la población warao. Otro lugar donde adquieren el virus es la ciudad de
San Félix, también en el estado Bolívar.
En ambos casos, el silencio de las autoridades en
materia sanitaria, Salud Indígena y organismos como el Instituto Indígena del
estado Bolívar y la Federación Indígena; es preocupante.
En el caso de Delta Amacuro, los especialistas se
alarmaron porque 9,55% de los habitantes de ocho comunidades estudiadas habían
contraído el virus. La más alta prevalencia en el mundo corresponde hasta ahora
a una región lejana: el África subsahariana, con 5% de su población. El
promedio mundial para el año 2013 –las últimas cifras disponibles de la
Organización Mundial de la Salud– era de 0,8% en adultos entre 15 y 49 años,
ligeramente superior a la población venezolana comprendida en el mismo rango
para 2005. Con respecto a esta última cifra algunas autoridades sanitarias
nacionales declaran que está en 0,56%.
El análisis genético del genoma del virus sugería,
además, que la epidemia de VIH en las comunidades warao se duplicaría cada 10
meses.
“Para colmo de males, los médicos han advertido que
los nuevos portadores del virus en el pueblo warao llevan en la sangre una
variante más agresiva que los está matando en menos de cinco años y ningún ente
está garantizando que puedan acceder al tratamiento”, resalta el titular del
CIEV.
En
este sentido, Lanz hace un llamado a las organizaciones indígenas del estado
Bolívar, a Salud Indígena de la Gobernación y al Ministerio del Poder Popular
para la Salud, a salir de sus oficinas y visitar las comunidades para atender
esta crisis sanitaria que amenaza con exterminar comunidades enteras sino se
toman las medidas necesarias, así como el de atender a las personas infectadas “y
el desarrollar políticas públicas que garanticen la vida de nuestros pueblos
originarios, quienes gozan de derechos y deberes, según lo estableció el
expresidente Chávez en la Constitución Bolivariana de Venezuela”, expresó
finalmente Alejandro Lanz.
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