viernes, 22 de enero de 2016

Según investigaciones adelantadas por el CIEV 

Inminente sequía complica panorama eléctrico regional y nacional

***Factores ambientales agudizarán el suministro de energía eléctrica, por lo que urge la culminación de Tocoma y el fomento de planes de ahorro energético que minimicen su impacto en la población y en los programas de reactivación de la producción de bienes en el país

(Prensa CIEV) Con el inicio del “verano” o temporada de sequía, la cual estuvo precedida por una de lluvias muy corta y de baja pluviometría en las cabeceras de las principales cuencas del país; hace prever un descenso significativo en los embalses que alimentan las principales centrales hidroeléctricas del país. 
Así lo señaló Alejandro Lanz, director del Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV), quien indicó que las estimaciones en la duración de la ola de calor que afecta a la nación “se estima que dure hasta el primer trimestre del año 2016, complicando aún más el actual panorama eléctrico para Guayana y todo el país”. 
En este sentido, hizo un llamado a Corpoelec para que estructure junto al poder popular, comunidades, empresarios e industriales un cronograma de ahorro energético y cortes programados, que minimice su impacto. 
“Nadie desea cortes en el suministro, pero ante la situación actual, será inevitable, más cuando se estima que este verano será uno de los más fuertes (…) el Estado y Corpoelec deben desde ya ir trabajando con todos los sectores del país a fin de evaluar que horarios de cortes programados a fin de no afectar la productividad nacional y tener un consenso con las comunidades en cuanto a los días, número de horas y horario de los cortes para reducir el grado de afectación”, resaltó Lanz. 

Estado de las Centrales Hidroeléctricas 

Según datos obtenidos, la represa en el embalse de Guri  se ubica actualmente en 260.91 msnm, lo que implica que está diez metros por debajo de su nivel óptimo en el inicio del verano. 
“La disminución en la generación de electricidad por parte de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar será significativa por factores naturales y si a ello le sumamos la quema, la deforestación, la minería y la explotación irracional de nuestros bosques con fines comerciales que están destruyendo la cuenca de los ríos Caroní y Paragua que alimenta a Guri, estamos frente a un panorama más oscuro”, reflexiona el titular del CIEV. 
En virtud de ello, las acciones por minimizar las acciones que vienen en detrimento de los principales cuerpos de agua del estado Bolívar, son tan necesarias como la culminación de la Central Hidroeléctrica Manuel Piar para poder asumir los retos del año 2016. 
Según se pudo conocer, con el nuevo desembolso de un crédito adicional por la cantidad de mil novecientos sesenta y un millones de bolívares (Bs. 1.961.000.000,00), se espera que para el para el primer semestre del año 2016 entre en funcionamiento la primera unidad generadora de la central Hidroeléctrica “Manuel Carlos Piar”, en el sector Tocoma del municipio Angostura del estado Bolívar, 
“En la actualidad es vital que se haga un seguimiento y fiscalización para que la obra ponga en funcionamiento la primera unidad generadora, y se continúe con el cronograma de trabajo para poner gradualmente las otras nueve máquinas de la Central, teniendo 100% de operatividad para finales del 2018 o principios del 2019 (…) aportando así Tocoma 2.160 megavatios de energía al país”, resaltó Lanz. 
No obstante, “es necesario realizar las debidas investigaciones y establecer responsabilidades en cuanto a los recursos que han sido entregados a lasempresas y corporaciones contratistas responsables de la construcción de la obra”, pues a juicio del ecologista, “las cuentas no están claras” dado que el empresario argentino Enrique Pescarmona, presidente de la empresa Impsa indicara al entonces Presidente Chávez en enero del 2012 que para septiembre de ese mismo año estaría en marcha la primera unidad generadora de Tocoma y en el 2014 estaría en funcionamiento pleno las 10 turbinas. 
En tal sentido, el titular del CIEV manifiesta que debe haber un pronunciamiento oficial por parte de las dos grandes empresas que operan en Tocoma; la argentina Industria Metalúrgica Pescarmona (Impsa) a cargo de las obras electromecánicas y el grupo de capital brasilero, italiano y venezolano OIV (OdebrechtVenezuela, Impregilo y Vinccler), encargado de las obras civiles. El retraso en la culminación de la Central Hidroeléctrica será de cinco años, si efectivamente se culmina en el 2019. 

Amenazadas las Hidroeléctricas de Guayana

El CIEV ha presentado un informe en el que la producción hidroeléctrica “sería sensiblemente afectada ante una ligera reducción no convencional o fuera de los parámetros acostumbrados del caudal de entrada del río que la alimenta en el período seco”, debido que en el período de lluvia no habría problemas.
Sin embargo, la merma del caudal de sus afuentes (río Caroní y Paragua), año tras año, se ha visto reducido por la actividad minera ilegal y el uso irracional de los bosques y ecosistemas presentes desde sus nacientes.
“Las cuatro micro cuencas que forman al río Caroní en sus cabeceras: los ríos Karuai y Aponguao, que vienen del norte, y un poco del este (Sierra de Lema), el río Kukenán del este (tepuyes orientales) y el río Ikabarú, que nace al sur (Sierra de Pakaraima). Estos cuatro ríos se unen como la margen derecha que más abajo (al norte) se une al río Paragua y forma el Caroní propiamente dicho, que llega al embalse de Guri (...) y en todos ellos la actividad de contaminación, deforestación y movimientos de grandes masas de sedimentos no se han detenido, producto de la minería ilegal”, alerta el ecologista.
De esta manera señala, se está desmejorando y acabando aceleradamente las condiciones naturales de esta cuenca hidrográfica vital para el país.
“La cuenca alta del río Caroní es una de las más grandes del país, pero tal vez, la más sensible a la intervención, pues en la mayoría de las cuencas altas de Venezuela (zona norte), aunque pueden presentarse paisajes accidentados y con mayores pendientes en su topografía, los mecanismos de regeneración de la cobertura vegetal son más efectivos por la presencia de un suelo que lo permite y unas precipitaciones en menor escala”.
En este sentido, la acción devastadora de mineros, que pese a la prohibición de trabajar en las cuencas, siguen su accionar, han producido enormes e irreparables daños en las condiciones edáficas del suelo, geomorfológicas y climáticas tan especiales que posee la cuenca, dado que tiene un suelo muy pobre en nutrientes, poco profundo, de textura media y gruesa, muy ácidos y con escaso desarrollo pedogenético (poca tendencia a formar suelo estable).
Ante la inminente crisis energética que puede presentarse en la República es impostergable la toma de verdaderas y urgentes medidas de protección
Asimismo, la preocupación se hace mayor, al conjugar la acción aurífera ilegal con tala, el fuego y la deforestación , “que ha reducido a “manchas” dispersas dentro de un mosaico de comunidades vegetales, los bosques de la naciente del Caroní (...) Estos bosques y matorrales están disminuyendo progresivamente su superficie, mientras que las sabanas están en expansión promocionando, en ambos casos, un proceso de degradación. Su principal agente destructor no es otro que el fuego”, apuntó.

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