viernes, 22 de enero de 2016

La contaminación mercurial: Un problema de Estado
(Prensa CIEV) Las fatales consecuencias que trae consigo la contaminación mercurial, tanto para el ecosistema guayanés como para la vida de centenares de venezolanos que viven en la actividad minera, debe preocupar hondamente al Gobierno Nacional.
Este problema tan grave amerita de una acción enérgica que obliga a corregir o a enfrentar a quienes contradiciendo o violentando normas específicas, se dedican a contaminar con mercurio.
La contaminación mercurial es más grave de lo que mucha gente se imagina. Si no se ataca a tiempo esta peligrosa situación no dudaría en afirmar que dentro de poco tengamos en esta ciudad como en otros lugares del Estado Bolívar una legión de tarados, enfermos mentales, enfermos del sistema nervioso, enfermos del tracto respiratorio, etc.

En este sentido, por su importancia y para que nuestros lectores tengan una idea precisa de las graves consecuencias que trae consigo la contaminación mercurial, nos permitimos transcribir textualmente un trabajo de investigación realizado por los ciudadanos Alejandro Lanz, Oswaldo Quintero, Néstor Duarte y Manuel Navas sobre la contaminación mercurial en la zona aurífera del Km.8, Rio Cuyuni, supamo, Yuruany, Yurary. El estudio investigativo dice así: ...”La utilización del mercurio (Hg) en la extracción del oro en la Guayana se debe a varias razones. Entre ellas, su facilidad de adquisición, también, lo expedito de su uso, ya que no requiere de sofisticaciones tecnológicas para su utilización por parte de los mineros”.
En la minería en tierra, los mineros acostumbran “bautizar” con mercurio el corte a trabajar, aparte de verter mercurio en el “guatajol” (Waterhole), es decir, en el foso excavado para bombear la mene. También, se coloca mercurio en los pipotes donde se vierte la mene extraída, antes de someterle a la tame. Así mismo, tanto en las labores en tierra como en las balsas de dragado, se emplea mercurio en las láminas de cobre amalgamadas de los tames y finalmente en las bateas para la recuperación final a partir de los concentrados del tame.
El oro amalgamado es entonces sometido a la acción del calor mediante sopletes para evaporar el mercurio y obtener el denominado oro minero, listo para la venta. Como puede observarse, estas prácticas absurdas, por decir lo menos, causan que una fracción importante del mercurio utilizado pase directamente a los suelos, sedimentos, aguas y atmósfera e inicie su camino en el ciclo geoquímico del ambiente como un contaminante.
Parte del mercurio metálico (azogue) permanecerá en el lecho de los ríos, si las condiciones físico-químicas del medio así lo permiten; parte se evaporará a la atmósfera; cierta cantidad será transportada en los sólidos suspendidos; otra fracción será absorbida por las algas y una proporción importante será transformada en compuestos orgánicos por la acción en micro-organismos, principalmente la transformación será a metil y etil-mercurio.
El metil-mercurio es rápidamente absorbido por los peces y fijado en sus tejidos. Mckim (1974) ha encontrado que los peces acumulan hasta 10.000 veces la concentración de Hg de las aguas que habitan. Estudios de laboratorio posteriores (Mckim y otros) indican que algunas especies de peces lo concentran hasta 27.000 veces. Las mayores concentraciones se localizan en peces predadores que se hallan hacia el tope de la cadena alimenticia acuática (tal pudiese ser el caso del pavón).


Exposición a la Contaminación Mercurial


El mercurio y sus componentes ingresan a los seres humanos a través de tres vías principales: aire, agua y alimentos. En el caso de las comunidades mineras habría que añadir una cuarta alternativa: el contacto directo del mercurio con la piel.
La actividad biológica y toxicológica de este elemento depende tanto de la ruta (ingestión, inhalación y contacto), como de la extensión y magnitud de la exposición. Los compuestos de mayor actividad toxicológica son las sales de aquilmercurio, exactamente los compuestos que se derivan de la utilización del Hg en las labores de minería de nuestra Guayana.
En Venezuela, no disponemos de datos de concentraciones de Hg en el aire; sin embargo, los niveles normales médicos en otros países en zonas rurales, urbanas e industriales con 0,001-6 ng/m3; 0,1-5 ng/m3 y 0,5-2º ng/m3, respectivamente, observándose las mayores concentraciones durante el invierno.
A través del aire, la mayor contaminación es con vapores de mercurio metálico, ya que aproximadamente el 80% de vapor de Hg inhalado es absorbido por el sistema respiratorio.
A nivel mundial se conoce de casos fatales y envenenamiento severo por esta vía. Por lo general, tal envenenamiento agudo ocurre al calentar mercurio metálico u objetos amalgamados en lugares cerrados. En el caso de realizarse esta operación en espacios abiertos, el envenenamiento aunque menor, manifestaría sus secuelas a largo plazo, es decir, con un envenenamiento crónico.
Las implicaciones de este tipo de contaminación y sus efectos, reviste capital importancia en nuestro caso de la minería, ya que por lo general en la última etapa de recuperación del oro, se utilizan sopletes, mecheros y aún cocinas para quemar las amalgamas y evaporar el mercurio. Es necesario recalcar, que aún sin calentar el mercurio, debido a su alta presión de vapor, éste se evaporará por sí mismo, y de hallarse en un lugar cerrado alcanzará concentraciones en el aire de más de 100 veces el valor límite de tolerancia.
El mercurio inhalado pasa a los bronquios, a los alvéolos y a la sangre, causando envenenamiento, corroborado con experimentos y con autopsias tanto de animales como de humanos. Durante las labores de minería, tanto en agua (dragados) como en tierra, cantidades sustanciales de Hg son vertidas a las aguas.
Una vez que el mercurio entra en los cuerpos de agua, sufre transformaciones causadas por microorganismos que generan compuestos de metil y etil mercurio, éstos, a su vez, son metabólicamente estables, retardando considerablemente su degradación a compuestos inorgánicos y, por ende, su eliminación.
Tanto el fitoplancton como el zooplancton son capaces de concentrar el mercurio inorgánico y los productos de su metilación, entrando así este contaminante en la cadena trófica acuática. En los niveles tróficos superiores se produce una magnificación biológica a partir de los consumidores de algas, cuyas concentraciones varían de 0.001 a 0,18 ug/gr.Hg, a los predadores como los peces, donde la concentración es de 0,01 a 5,82 ug/Hg.
El consumo de estos peces contaminados, ya sea por el hombre u otras especies, traerá como consecuencia su envenenamiento. Los efectos de esta contaminación han sido ampliamente descritos en accidentes ocurridos en Japón, Italia, Canadá, Irak y Polonia, donde ciertos de miles de personas han sido afectadas por contaminación mercurial.
El metil-mercurio, debido a su solubilidad en lípidos, penetra fácilmente en las células y puede actuar sobre grupos lipídicos afectando el sistema enzimático. Los derivados del metil-mercurio son casi totalmente absorbidos y causan lesiones irreversibles, así como lesiones genéticas al afectar células reproductivas y al material genético en los cromosomas de células ordinarias.
Esto se debe a que alteran el material nuclear en el cual se regulan las funciones celulares. La ruptura y división anormal de los cromosomas 0,05 y 0,6 ug/gr, para compuestos de fenil y etil mercúricos en experimentos con animales. El efecto ocurre a nivel de la meiosis, ocasionando una distribución anormal de los cromosomas en las células hijas; un efecto similar al causante del mongolismo. El metil-mercurio penetra la barrera cerebral de la sangre en mayor proporción que el valor de mercurio y se distribuye en el cerebro, destruyendo preferiblemente las células de los centros auditivos y visuales.
Cuando el envenenamiento no es agudo, es posible que al cesar la exposición se produzca una paulatina eliminación del mercurio y sus compuestos, que aunque extensa en el tiempo, es factible. Donde las consecuencias son más perjudiciales es en el caso de mujeres embarazadas, ya que los compuestos de Hg alcanzarán al feto a través de la placenta, causando daños irreversibles, tales como alteraciones motoras, malformaciones congénitas y lesiones cerebrales.


Síntomas de Contaminación Mercurial en Seres Humanos


Existe una serie de síntomas que se observan en las personas contaminadas con Hg, cuyas variantes son una función del tipo de compuestos causantes de la intoxicación. Así tenemos, para los casos de inhalación de vapores de mercurio metálicos, los siguientes: Daños en el tracto respiratorio y la cavidad bucal, úlceras en las encías e inflamación bronquial, accesos de tos, dolores de pecho e impedimentos respiratorios, vómitos y diarrea, excitación e irritabilidad, estremecimientos musculares.
En el caso de intoxicación por compuestos orgánicos de mercurio (metil, etil, etc.), los síntomas comunes son: irritación de las membranas mucosas del tracto respiratorio, dermatitis y eczemas, perturbación sensorial en distintas partes de la lengua y alrededor de los labios, atexia (perturbación del sistema nervioso), constricción concéntrica del campo visual, pérdida de la audición, perturbaciones mentales.
Como puede observarse, el problema de la contaminación mercurial es muy grave y delicado si tomamos en cuenta que centenares de miles de compatriotas tienen como dieta alimentaría básica el consumo de la gran mayoría de especies de peces que habitan en nuestros ríos y que se encuentran contaminados.
De allí que el Estado Venezolano debe intervenir enérgicamente para evitar que este problema continué avanzando.
En tal sentido el Titular del CIEV hace una llamado al comandante del REDI en Guayana para que le meta el ojo al mega contrabando de combustible que parte del la población El Dorado hacia Guyana y víveres de primera necesidad (leche, mantequilla, harina, azúcar, café, arroz, entre otros) estos entran a Guyana ilegalmente más de 6 toneladas diarias para que sean desactivadas estas mega bandas.

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