viernes, 22 de enero de 2016

Ante la persistente minería ilegal en la cuenca alta

Capitanes Indígenas de El Caura advierten la Neo-Esclavitud de muchos hermanos

***La alcaldesa del municipio Sucre, Amelia Falcón asistió al encuentro y reiteró su apoyo a las comunidades indígenas y el compromiso de trabajar mancomunadamente para erradicar la ilícita extracción aurífera de este territorio indígena

(Prensa CIEV) En Asamblea de Capitanes Indígenas realizada en El Playón, representantes de las comunidades Yek´wana y Sánema de la cuenca baja, media y alta del río Caura manifestaron ante la alcaldesa del municipio Sucre, Amelia Falcón y el representante del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas, Jhonny Espinosa; la problemática que vienen atravesando los pueblos originarios de El Caura con la ilegal actividad aurífera que persiste y se incrementa a pesar de los controles y puestos militares existentes en la zona.




Treinta y cuatro capitanes y/o representantes de los pueblos indígenas, junto al capitán general de toda la cuenca, Cayetano Pérez y el presidente de la organización Kuyujani que agrupa a las 54 comunidades Yek´wana y Sánema de El Caura, Magdaleno Cortes; expresaron su rechazo a la destrucción y contaminación de los ecosistemas; además del tráfico de combustible, víveres, bebidas alcohólicas y drogas, el robo de curiaras y motores a las comunidades.
“En la actualidad existe la neo-esclavitud de los hermanos Sánema que son utilizados por los mineros para caletear las decenas de tambores de combustible ilegal, cajas de cerveza, alimentos y demás suministros que arriban al Playón para ser trasladados al puerto de Las Pavas (ubicado a siete kilómetros montaña arriba) a fin de continuar su travesía fluvial hasta las minas del Yuruaní en el Alto Caura”, señaló el capitán general Pérez a la máxima autoridad del Ejecutivo Municipal.
Capitán general de toda la cuenca de
El Caura, Cayetano Pérez 
En su intervención, el Capitán general expresó con pesar como los niveles de contaminación de la fauna acuática del río Caura ha crecido aceleradamente con el mercurio, teniendo una incidencia perjudicial en la salud de todos los pueblos del Alto y Medio Caura.
En este sentido, solicitó la ayuda del Ejecutivo municipal en virtud de generar políticas públicas que tiendan a minimizar progresivamente la invasión minera que en la actualidad estiman en tres mil mineros ilegales devastando el Alto Caura ante la mirada indolente de la Fuerza Armada Nacional y el Plan Caura creado para erradicar esta actividad ilícita en la región.
Por su parte, la alcaldesa Falcón escuchó atentamente la intervención de todos los capitanes y expresó su solidaridad con esta nueva lucha que emprenden las comunidades por sus territorios y hábitat´s.
Alcaldesa Amelia Falcón 
“Siempre he manifestado que las comunidades indígenas son quienes viven en armonía con la naturaleza sin destruirla, aprovechándola sustentablemente sin agotarla; es por ello que también estamos en contra de la invasión minera en sus territorios y precisamente uno de los planes estratégicos que debemos impulsar mancomunadamente en el río Caura es la defensa y Soberanía de los hábitat´s indígenas en el Plan de la Patria que nos heredó nuestro Comandante Supremo Hugo Chávez Frías”, sentenció la alcaldesa.
Asimismo resaltó que su lucha por hacer escuchar las voces de las comunidades de El Caura en torno a su negativa de consentir la actividad aurífera en sus territorios conllevó que en el año 2006 fue quemada su casa en Maripa y en años posteriores ha generado dos nuevos intentos de incendio en su residencia en Maripa. “Y ahora más que nunca debemos seguir luchando porque tenemos una cuenca única en biodiversidad, en bosques, en oxígeno (…) es triste ver como en pleno siglo XXI se sigue esclavizando a nuestros pueblos indígenas, pero nosotros solos como gobierno no podemos resolver esta situación, tenemos que darnos la mano y juntos continuar esta lucha”, agregó.
En tanto, Jhonny Espinosa del Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas se sumó a la articulación institucional en pro de la defensa de los pueblos originarios y la integración que todos ellos han manifestado en torno a una amenaza común como es la invasión y contaminación de los ecosistemas en los que viven y de los cuales se alimentan.

PLAN CAURA: INEFICIENTE OPERATIVIDAD

El Plan Caura, creado por el Ejecutivo Nacional y el Ministerio del Poder Popular para la Defensa con el objetivo de erradicar la minería ilegal en el Alto Caura, a más de cuatro años de su instalación presenta un balance negativo en su accionar.
“Desde que se instaló el Plan Caura en la región se ha incrementado el número de mineros en el Alto Caura logrando en la actualidad una cifra record de irregulares que se estima en tres mil personas”, señaló el presidente de Kuyujaní, Magdaleno Cortés.
Para el vocero indígena, resulta incomprensible cómo a pesar del control castrense en la Estación de Servicio de Maripa, salgan del puerto fluvial de Trincheras y Maripa (también con presencia militar), decenas de tambores de 200 litros cada uno, con destino a las minas “clandestinas” del Yuruaní en el Alto Caura.
Indicó además que, en su transitar a la cuenca alta, estas embarcaciones cargadas con combustible, víveres, bebidas alcohólicas y repuestos mineros, pasan por frente a las alcabalas de Jabillal, El Playón y Las Pavas “y el volumen de carga hace incomprensible cómo pasan sin ser detectadas”, cuestionó Cortés.
En relación al asentamiento Sánema que se instaló en El Playón a principios del presente año, manifestó que la organización Kuyujaní se encuentra en conversaciones para lograr que las casi 50 familias que residen en las casas que improvisaron con palos y techos de plástico, retornen a sus comunidades de origen.
Magdaleno Cortés, presidente de la
organización Kuyujani
 
“Los sánemas de El Playón provienen de distintas comunidades asentadas en la cuenca Alta de El Caura, seducidos por los mineros que requieren de personas que  les carguen los suministros y combustible se han instalado aquí como caleteros del Playón a Las Pavas, un recorrido de 7 kilómetros montaña arriba que hay que superar para volver a embarcar los suministros vía el Alto Caura (…) actualmente estos hermanos sufren de desnutrición y han caído “presos” en un círculo vicioso que los ha convertido en neo-esclavos dado que compran los pocos alimentos que los mismos mineros les venden a precios exorbitantes”, advierte.
Asimismo, el presidente de Kuyujani expresó el apoyo institucional que desde hace años ha brindado el  Centro de Investigaciones Ecológicas de Venezuela (CIEV) en la lucha contra la minería ilegal de El Caura.
“Alejandro Lanz, director del CIEV ha estado en contacto permanente con las comunidades y ha sido un aliado importantísimo en dar a conocer la realidad que padecen las comunidades Yek´wana y Sánema de El Caura (…) además ha contribuido con sus estudios y trabajos en develar los ilícitos que aquí pasan y que muchos se hacen de la vista gorda”, apuntó.
Por su parte, Lanz agradeció la confianza y el respaldo de Kuyujani, al tiempo que exaltó su integridad y lucha por los pueblos indígenas que representa; “el equipo del CIEV seguirá respaldando la legítima lucha que tienen los pueblos originarios en mantener sus hábitat´s libres de invasores mineros, tanto criollos como de extranjeros ilegales brasileros y colombianos que actualmente manejan el multimillonario negocio de las minas del Alto Caura”, dijo.
La labor institucional del CIEV tiene una línea de acción enfocada específicamente en el río Caura, al ser una cuenca con una riqueza en biodiversidad en la que se cuenta 2 mil especies de plantas, casi 500 especies de aves, 168 de mamíferos y cerca de 300 de peces; todos amenazados por la contaminación mercurial de sus aguas desde el año 2006 cuando comenzó la minería ilegal en la cuenca alta.

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